
Orígenes...
" (...) La tradición popular nos habla de buscadas minas de oro atribuidas a los ‘moros’ en la sierra del Cabeçó d’Or. En la tradición escrita, las obras de G. Escolano (1610-1611, L.VI, col.92) y A. J. Cavanilles (1795-1797, L.IV, 190 y 246) hacen referencia a pozos y minas antiguas en la zona. Con posterioridad, P. Madoz (1834-1845, T.I, 6-7 y 183) mencionará estas minas abandonadas, así como la explotación de minas de ocre en Aigües. Por último, F. Pacheco (1910, 957) constata en Busot la existencia de dos minas de hierro todavía en funcionamiento.
Por nuestra parte, en el transcurso de una prospección arqueológica (2002-2004), hemos localizado 50 puntos de extracción de mineral en la mitad meridional de la sierra del Cabeçó d’Or. La mayoría se encuentran entre la Penya Roja y el Balneario, en el término municipal de Aigües, donde se concentran hasta 39 explotaciones mineras en un área de 650 metros de radio. El mismo topónimo de Penya Roja nos indica el color característico del lugar debido al abundante mineral de hierro que aflora a la superficie.
Se trata de explotaciones mineras de hierro que, por lo general, son de pequeñas dimensiones. Situadas en ladera, suelen tener muros de abancalamiento frente a las bocas de extracción, creando estrechos espacios o plataformas de trabajo. Desde estas plataformas se arrojaban los deshechos que han formado escombreras, diferenciadas o revueltas, de piedras, tierra y restos minerales. Excepcionalmente, en algunas minas se observan concentraciones de mineral de hierro junto a las bocas de extracción; así como toscas estructuras de cabaña con muros a piedra seca.
Dentro de una tipología provisional para la zona de Penya Roja, podemos distinguir diversos tipos de explotación minera: 16 puntos de extracción a cielo abierto de pequeño tamaño; 14 minas con galerías y, en 2 casos, con pozos interiores; 5 pozos irregulares de entre 3 y 15 metros de profundidad; 2 pozos cilíndricos de entre 5 y 10 metros que podrían interpretarse como sondeos estériles; y, finalmente, hallamos 2 explotaciones que forman pequeñas cuevas con escalones de acceso.
También cabe destacar la existencia de una red de caminos que conectan la mayoría de las minas ubicadas en lugares poco accesibles. Estos caminos ascienden desde las proximidades del Balneario, de forma paulatina y en largos tramos zigzagueantes, salvando un desnivel de 250 metros. Se trata de caminos estrechos de un metro de ancho construidos como una plataforma abancalada. Cerca de esta red de caminos y de una mina (M.37) con restos cerámicos de tejas modernas, hallamos una gran base de piedra de molino en su lugar de extracción. Cabe la posibilidad de que se pensara utilizar para el machacado del mineral de hierro a pie de mina.
Por lo que respecta al material cerámico encontrado, hasta ahora sólo contamos con dos focos de indicios claros para establecer una cronología de explotación. El primero de estos focos se centra en las inmediaciones de las minas 1 a 4, en un área de 80 metros de radio a 400 metros de altitud. Aquí encontramos fragmentos de material cerámico de adscripción ibérica: un plato pintado, dos ánforas –una ibérica y otra de tradición púnica -, galbos con acanaladuras de ánfora púnica, y otros de pasta sándwich.
El segundo foco de material cerámico se localiza en el interior de la mina 34, situada al final de uno de los caminos, a 600 metros s/n/m. La cerámica aquí encontrada nos remite a época moderna y contemporánea: un cuenco vidriado de color melado al interior y una jarra de cerámica de Agost.

(...) En cualquier caso, hay que recalcar el carácter preliminar de este avance, a falta de una exploración completa de todas y cada una de las minas y su entorno. Los escasos restos materiales encontrados, sólo permiten aventurar conclusiones provisionales sobre una amplia cronología de explotación para las minas del área de Penya Roja (Aigües).
A pesar de las dificultades que plantea el estudio de las explotaciones mineras, con similares formas de extracción y reutilizaciones sucesivas en cada época, los hallazgos encontrados apuntan a una primera extracción de minerales durante el periodo ibérico (ss. VI - III a.C.), y su probable comercio con las zonas circundantes, donde no se conocen otros focos de explotaciones mineras. También es presumible un intercambio más amplio del mineral, tras su transformación metalúrgica, a través de asentamientos costeros como la Illeta dels Banyets de El Campello, donde se constatan contactos con comerciantes púnicos, tradicionalmente interesados en los metales peninsulares.
Hasta el momento no hemos encontrado material cerámico que indique actividad minera en época medieval.
Ya en época moderna, en la bóveda de la Torre de Aigües (ss. XV - XVI) se observan residuos de fundición de hierro como elementos decorativos incrustados en el mortero de las juntas de los mampuestos.
En época contemporánea, constatamos por las fuentes la extracción de mineral de hierro en dos minas de Busot. En el área de Penya Roja encontramos material cerámico de los siglos XIX y XX en el interior de una de las minas.
El panorama resultante apunta a una amplia cronología de explotación que abarca desde época ibérica hasta época contemporánea." *
López, D. y Valero, A. (2003): «El Campello, Busot, Aigües, Mutxamel. Prospección arqueológica de los valles meridionales del Cabeçó d’Or», Actuaciones arqueológicas en la provincia de Alicante: 2002. Colegio Oficial de Doctores y Licenciados, Alicante, (Cd-Rom).
* Extracto revisado por los autores (2013).
